Crisis de reputación con patatas fritas y mayonesa
Imagina esto: Bélgica, alrededor de 1990. Durante varios meses, más de 13.500 personas afirmaron haber visto enormes triángulos negros volando por el cielo. No una, ni dos. Muchas veces. En distintas localidades.
¿Una invasión alienígena? ¿Tecnología secreta? ¿Un experimento colectivo?
Nada de eso. Según algunos expertos, una de las hipótesis es que fueron alucinaciones a causa de patatas fritas con mayonesa.
Sí. Así como lo lees.
Una explicación surrealista que intentaba justificar un fenómeno aún más surrealista. Y con ella, un caso de manual sobre cómo no gestionar una crisis de reputación.
Aunque no hubo una explicación oficial sólida, el gobierno barajó que fuese una combinación de confusión, sugestión colectiva, intoxicación indeterminada o fenómenos ordinarios mal interpretados.
Dos errores que nunca deberías cometer en una crisis
Cuando una crisis estalla, la comunicación lo es todo. La forma en que respondas puede salvar o hundir tu reputación. Y en el caso belga, la respuesta fue tan extravagante como desacertada.
Aquí van dos cosas que jamás deberías hacer:
1. No uses el humor si la situación es seria
Hacer bromas o dar explicaciones absurdas en momentos críticos solo mina la confianza y resta credibilidad. La gente no busca excusas creativas, busca responsabilidad.
2. No seas más surrealista que el problema
Si la explicación es más desconcertante que el propio incidente, conseguirás el efecto contrario: te volverás viral… pero no por las razones correctas.
¿Entonces, cómo se gestiona bien una crisis?
Una crisis no es solo un problema; es también una oportunidad para demostrar integridad, liderazgo y transparencia. Para gestionarla correctamente, hay tres claves fundamentales:
Reacciona rápido
El silencio prolongado genera incertidumbre y alimenta rumores. Incluso si no tienes toda la información, muestra que estás al tanto, actuando y comprometido.
Sé lo más transparente posible
No digas lo que no sabes. No adornes. No prometas lo que no puedes cumplir. Si lo que vas a decir va a generar más ansiedad que calma, mejor no lo digas. Un mensaje honesto genera empatía y transmite control.
Cuida tu credibilidad
No inventes explicaciones. No señales culpables improbables (ni a la mayonesa). Mantén un tono empático, responsable y humano.
En resumen:
Las crisis se controlan con coherencia, rapidez y empatía. Si gestionas bien tu mensaje, puedes salir fortalecido.
Si no... siempre te quedará echarle la culpa a las patatas con mayonesa.
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Fuentes y referencias incluídas en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Oleada_ovni_belga